El pintoresco pueblo de montaña de Banyalbufar es, junto con el Port de Sóller y Estellencs, uno de los asentamientos más grandes de la escarpada costa oeste de Mallorca. Las casas de piedra del pueblo de las terrazas, como se sigue llamando Banyalbufar por los más de 2.000 campos de terrazas creados para el cultivo del vino y las verduras, se construyeron en las estribaciones de la sierra de Tramuntana. Se puede llegar al tranquilo pueblo en coche por la sinuosa carretera MA-10, que pasa por Valldemossa y conduce por el salvaje y romántico paisaje de la Serra de Tramuntana, un macizo montañoso que se extiende a lo largo de toda la costa oeste de Mallorca. La línea 200 de autobús público también tarda unas dos horas desde el aeropuerto de Palma hasta Banyalbufar. Al lado de la playa de Banyalbufar se encuentra un pequeño puerto al que se puede llegar desde Palma y Alcúdia en barca o velero. Hacia el este a lo largo de la costa está el puerto Es Port de Canonge.
Banyalbufar, una comunidad de 600 habitantes, es un destino vacacional ideal para aquellos que quieren tomarse un descanso del alboroto de las zonas más turísticas de Mallorca y para los excursionistas que quieren descubrir la belleza de la Serra de Tramuntana. No hay grandes complejos hoteleros aquí, sino encantadoras casas de vacaciones y auténticas casas de huéspedes familiares. A pesar del pequeño tamaño del pueblo vinícola, hay numerosos restaurantes, tabernas, cafés y pequeñas boutiques. Los restaurantes se distribuyen no sólo en los estrechos callejones sino también en el exterior en bodegas situadas en las terrazas de los campos. En Banyalbufar, llueve más a menudo que en las otras regiones de Mallorca, ya que los picos de hasta 1.400 metros de altura actuan como barreras para las nubes. Especialmente en verano, los cortos chubascos de lluvia proporcionan un agradable refresco.
Historia de Banyalbufar
En el siglo XIII, los moros fueron los primeros en construir terrazas de piedra en las laderas de Banyalbufar para plantar viñas. Desarrollaron el delicioso vino de malvasía por el que el pueblo se hizo famoso y construyeron las canalizaciones de agua que siguen siendo utilizadas. Incluso el rey de Aragón, que reconquistó Mallorca de los musulmanes, prefiría servir vino de Banyalbufar en la corte. Hasta el siglo XV, este tranquilo pueblo de pescadores y viticultores estaba sujeto a sus propios barones, la Baronía de Banyalbufar, que gobernaba de manera casi absolutista y tenía jurisdicción penal y civil. La vieja mansión llamada La Baronía en medio del pueblo es un recordatorio de ello. En la actualidad, Banyalbufar sigue siendo un pueblo agrícola. Además de uvas, se cultivan varios tipos de vegetales y frutas. Especialmente estas terrazas dan al idílico lugar una atmósfera especial y ofrecen numerosos motivos fotográficos.
Los 5 mejores consejos de viaje para Banyalbufar
La playa de guijarros de la Cala de Banyalbufar, que se extiende unos 600 metros al pie de las casas de piedra de color ocre, ofrece un impresionante escenario natural. Se puede llegar a pie en pocos minutos desde el centro del pueblo. Desde la terraza del restaurante se tiene una vista de ensueño, especialmente durante el atardecer. Las otras calas de Banyalbufar no son aptas para la natación. Hacía el este por un camino costero muy frecuentado, se llega en unos 30 minutos a pie a la Playa del Port des Canonge.
Un antiguo camino del correo y de pastores conduce, entre pinos, olivares y viejas encinas, pasando por varios torrentes y subiendo por las montañas, desde Banyalbufar hasta el pueblo de montaña de La Granja. Allí, en una antigua casa solariega, se encuentra un museo sobre la historia cultural de la región y sobre la antigua nobleza terrateniente.
Para los excursionistas persistentes recomendamos una caminata a lo largo del vertiginoso camino costero hasta el pueblo vecino de Estellencs en el oeste. En el mirador del Coll D'es Pi tienes una impresionante vista panorámica de la costa oeste y la inmensidad del mar.
En el camino a Estellencs, se encuentra la antigua torre de vigilancia Torre des Verge, también Torre de Ses Ànimes, entronizada en un afloramiento rocoso sobre los acantilados. La torre, de ocho metros de altura, ha sido restaurada y es, por tanto, una de las mejor conservadas del sistema de defensa de unas 100 torres de vigilancia construidas contra los ataques de los piratas. La Torre des Verge también puede ser visitada en su interior durante todo el año ofreciendo una magnífica vista.
Un punto fijo en el calendario de eventos de Banyalbufar es la anual Festa de la Nativitat de la Verge Maria, que celebra el nacimiento de la Virgen María con procesiones y misas.
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