Traducido el nombre Cala Rajada significa "la bahía de los rayos". Da una indicación de la larga historia del lugar como pueblo de pescadores, que se ha convertido en un popular destino de vacaciones a lo largo de los años. A pesar del turismo cada vez más importante económicamente, Cala Rajada pudo mantener su carácter original. Cuando después de la temporada de verano los turistas internacionales abandonan la Isla Balear, Cala Rajada se transforma de nuevo en el pequeño pueblo de pescadores contemplativos en el centro del municipio de Capdepera en el noreste de Mallorca. Porque aunque el pueblo recibe miles de visitantes cada año, se ha librado del gran auge de la construcción de hoteles. Hoy en día se beneficia de la acogedora atmósfera creada por los pequeños barcos de pesca anclados en el puerto. Especialmente los turistas alemanes han tomado el tranquilo pueblito en medio de los bosques de pinos y la naturaleza virgen en sus corazones.
Cala Rajada está situada a unos 80 kilómetros de la capital, Palma de Mallorca, en una península de la región de Llevant. Directamente en la ciudad, la playa de Son Moll atrae a los bañistas con sus aguas claras. Las playas de Cala Agulla y Cala Gat también están en las inmediaciones. Las bahías de Cala Mesquida y Font de sa Cala también son fácilmente accesibles en coche de alquiler o en transporte público.
La historia del pueblo pesquero de Cala Ratjada se remonta al siglo XVII, cuando los habitantes de Capdepera fundaron el puerto. Posteriormente, los pescadores se asentaron allí, principalmente capturando rayas y langostas. Hasta hoy Cala Ratjada es considerado el segundo puerto pesquero más importante de las Baleares después de Palma de Mallorca.
Cala Ratjada alcanzó cierta fama en los años treinta del siglo XX, cuando escritores y artistas antifascistas exiliados alemanes se establecieron allí en una especie de colonia. Después de que Franco llegó al poder en julio de 1936, la mayoría se las arregló para huir de la isla sin problemas. Con el Hostal Ca's Bombu, ya en el año 1885, se abrió un primer hotel en el pequeño pueblo de pescadores, que como entonces, sigue siendo gestionado por la familia Esteva. Cala Ratjada escapó del gran auge turístico de los años setenta con el que se acompañó el aumento de la construcción de grandes complejos hoteleros en la isla, y así Cala Ratjada pudo mantener su carácter local original.
El pivote del pueblo pesquero original sigue siendo el puerto, que está situado en la parte sur del pueblo y está protegido por un muro de hormigón. Su hermoso paseo marítimo conduce directamente a la bahía de Cala Gat, a lo largo del mismo hay restaurantes, cafés y bares. Desde el muro del puerto hay una gran vista al mar. El puerto de Cala Ratjada es el punto de partida de algunos barcos de excursión en dirección a Cala Millor y Porto Cristo. Con una lancha rápida también se puede llegar a Ciutadella, en la vecina isla de Menorca, en 75 minutos.
El pueblo de Cala Ratjada y su nombre se conoce hoy en dia por la gran importancia económica de la pesca. Ya en el siglo XVII, principalmente rayas y langostas fueron capturadas en su costa. Un poco más al este del puerto, las históricas casas de langostas pueden ser visitadas aún hoy en día. Estos edificios blancos y cuboides están catalogados como monumentos históricos. En tiempos pasados, los pescadores las utilizaban para mantener vivas a las langostas en grandes cuencas de agua de mar hasta su venta.
En lo alto de una colina al este del pueblo está la Villa March. Fue aquí donde Juan March, conocido como contrabandista de tabaco, agente inmobiliario y más tarde banquero, hizo construir su refugio Sa Torre Cega en 1911. Se construyo sobre las ruinas de una torre de vigilancia del siglo XV. Una visita al magnífico parque de 60.000 metros cuadrados que rodea la villa es muy recomendable. Fue diseñado por el arquitecto británico de jardines Russel Page. Caminando por sus caminos descubrirá una valiosa colección de cuarenta esculturas contemporáneas repartidas por todo el parque. Las esculturas son obra de artistas famosos como Henry Moore y Auguste Rodin. Después de que las obras de arte tuvieran que ser llevadas al Museu d'Art Expanyol Contemporani en noviembre de 2001 tras una fuerte tormenta, volvieron a sus lugares en el parque de la Villa March en agosto de 2010. Además de las esculturas, se exhibe en la casa una exposición permanente de obras de vanguardia que se puede visitar.
El faro del Far de Capdepera, construido a mediados del siglo XIX, marca el punto más oriental de la isla de Mallorca y se encuentra en la península Punta de Capdepera en medio de un paisaje rocoso y accidentado, salpicado de pequeñas bahías para bañarse. Muy cerca se encuentran las ruinas de una torre de vigilancia medieval, la Torre Embucada.
La pequeña bahía de baño está idílicamente situada entre los acantilados Cala Gat al norte del puerto de Cala Rajada. La cala tiene una zona de amarre de unos 80 metros de largo y siete metros de ancho, rodeada por una costa rocosa boscosa. Para los niños más pequeños la playa es menos adecuada, porque el agua cae con bastante fuerza mar a dentro. Pero la bahía, que tiene hasta 20 metros de profundidad, es una zona de buceo fascinante, que también es adecuada para los principiantes. Ofrece un excitante paisaje submarino con cuevas y grutas, así como una gran variedad de vida marina. Además de conchas y caracoles, también se pueden encontrar pulpos, morenas y peces azules de neón.
Con el Segway X2 Offroad, el casco y un guía competente comenzarás a explorar el hermoso paisaje natural alrededor de Cala Ratjada. Los tours en Segway de Segpark Mallorca conducen a Cala Gulla, a lo largo del paseo marítimo hasta la bahía de buceo de Cala Lliteras, más allá del puerto en dirección a Son Mol y, finalmente, a un bosque con una pequeña pista off-road. Antes del tour, los clientes son presentados a los monitores de Segways que tienen mucha experencia. En pista de de la probia compañía se puede comprobar sus habilidades, es el primero de su tipo en la isla de Mallorca y se puede obtener una buena sensación de este novedoso medio de transporte.
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En uno de los lugares más hermosos de Cala Ratjada, está el Café Son Moll. La buena cocina mima a los clientes con comidas recién preparadas, desayuno en la terraza con vista al mar, pizza del horno de piedra y tapas de la piedra caliente. La oferta se completa con pasteles y dulces de la confitería de la casa.
El restaurante Del Mar está decorada en el típico estilo informal mallorquín con sus mesas de mosaico y sillas de mimbre. Situada directamente en el paseo marítimo cerca de la playa de Son Moll, la terraza exterior ofrece una gran vista directamente sobre la bahía. Por supuesto, no sólo la vista sino también las tapas, cócteles y otras delicias amorosamente preparadas le encantarán.
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