Felanitx está situado al este de la isla balear de Mallorca y es un municipio con unos 17.500 habitantes. La ciudad principal, que también se llama Felanitx, está situada al oeste de la cordillera baja de las Serres de Llevant. Otros pueblos se extienden por los aproximadamente 170 km² de la gran área municipal. Los idiomas oficiales son el catalán y el castellano. Felanitx es conocido como el lugar de nacimiento del escultor, arquitecto y maestro de obras del gótico Guillem Sagrera. También es el lugar de nacimiento del artista visual Miquel Barceló Artigues. Al sureste del pueblo de Felanitx se encuentra el famoso monasterio Santuari de Sant Salvador y en el pico de otra montaña cercana está la ruina del Castell de Santueri. La ciudad tiene unos 15.000 habitantes, que viven principalmente de la cerámica y la fabricación de vidrio, así como de la viticultura y la producción de licores. Si visita este lugar, se sorprenderá de que muchas tiendas están cerradas los lunes. La razón de esto es el fantástico mercado, que tiene lugar todos los domingos por la mañana y donde se pueden comprar todo tipo de delicias.
Ya los árabes se establecieron en Felanitx y construyeron una pequeña mezquita allí, incluso antes de que Felanitx se convirtiera en una ciudad bajo Jaume II. En el siglo XVI aproximadamente 4.000 personas ya vivían aquí. En el transcurso del siglo XVII y a principios del XVIII la ciudad sufrió una ola de robos y otras actividades criminales por parte de los turcos y moros de la época. Sólo cuando esta actividad criminal disminuyó se desarrolló la viticultura y la agricultura por la que se conoce la pequeña ciudad. Los muchos molinos de viento cuyos planos de terreno aún pueden ser admirados hoy en día, también datan de esta época. También cabe mencionar que la iglesia de San Miguel, que es una de las iglesias más antiguas de Mallorca fue mencionada por escrito ya en 1248. El edificio que se puede ver hoy en día en Felanitx se construyó "sólo" en 1762 sobre los cimientos del edificio anterior. La parte delantera de la iglesia está decorada con una placa conmemorativa que tiene como objetivo conmemorar el año 1844 y una tragedia relacionada con él: en uno de los días de Pascua de ese año, 440 personas quedaron enterradas bajo el muro principal al derrumbarse. Otro fenómeno histórico es la Fuente de Margarita, que se encuentra debajo de la iglesia parroquial. Esta fuente que fue construida en 1831, está envuelta en la leyenda. Uno de estos mitos es que el manantial nunca debe secarse y que la gente seguirá viniendo a este lugar para admirar la Fuente de Margarita dentro de miles de años.
Una de las vistas que hay que ver cuando se está en Felanitx es el monasterio Santuari de Sant Salvador. Se encuentra a más de 500 metros de altura en el monte Puig de Sant Salvador, por lo tanto muy cerca de Felanitx. Es fácil llegar incluso para los turistas que no están familiarizados con la zona tomando la carretera Felanitx - Portocolom. El sinuoso camino hacia el monasterio termina en un aparcamiento que es utilizado por los locales los fines de semana como lugar para hacer barbacoas, entre otras actividades. La llegada al monasterio ofrece una vista única de Mallorca: Al noroeste del monasterio se encuentra la Serra de Tramuntana, al norte se puede admirar la ciudad de Alcúdia en todo su esplendor. Si el clima es bueno, una pequeña panorámica hacia el sudeste hace que la isla Cabrera brille con la luz del sol.
Otro consejo para el viaje es el castillo de Santueri: aquí no sólo vale la pena visitar la impresionante vista, sino también la vista de una mampostería que existe desde hace cientos de años. Los rebaños de ovejas que pastan en las inmediaciones del castillo dan un encanto adicional al antiguo edificio.
Además de los lugares ya explicados, el mercado, que tiene lugar todos los domingos por la mañana, es una de las visitas obligadas en Felanitx. El visitante encontrará aquí no solo carnes y pescados frescos, así como frutas y verduras y otras delicias, sino también flores, plantas y objetos de arte.
El pintoresco pueblo de pescadores de Porto Colom también es conocido como una joya del municipio. Cuenta con un puerto pesquero, en las inmediaciones del cual se han instalado diferentes bares y restaurantes típicos mallorquines.
Además, el resto de lugares del municipio como Cala Ferrera o Cala Serrena te invitan a una excursión de un día y no debes perderte la visita al centro cultural. Una casa de pueblo que existe desde el siglo XVIII.
El campo de golf Vall d'Or es uno de los principales puntos de contacto para el deporte y el ocio. Aquí el visitante no solo tiene la oportunidad de tomar lecciones de golf con uno de los instructores de golf comprensivos y muy comprometidos, sino también la oportunidad de una gran vista. Además, el personal se muy amable y la comida, por ejemplo en forma de buffet o barbacoa, es muy popular entre los golfistas.
La empresa Mallorquin-Bike también ofrece varios recorridos en bicicleta. Esto le brinda la oportunidad de conocer los lugares de la zona que no son visitados por el gran turismo cotidiano y a los que no se puede llegar en automóvil. Por supuesto, también se pueden realizar caminatas para disfrutar de toda la belleza de la naturaleza.
El Castillo del Bosque sirve ocasiones románticas y con excelente comida: el restaurante ha sido galardonado con el 'Certificado de Excelencia 2014'. Además de diversos entrantes como el pulpo "Galicia" o el mini calamar frito, el visitante encontrará una gran selección de platos principales. Por ej. la chuleta de cordero lechal, el solomillo de ternera con foie gras o el pato con salsa de miel y hierbas se consideran una delicia culinaria. El conjunto se completa con postres poco convencionales como el carpacio de piña con helado de jengibre y menta o con el helado frito en salsa de frambuesa. El Castillo del Bosque ofrece una justa relación precio-calidad, y un ambiente tranquilo en el patio interior y un parque infantil en un área protegida: ¡su familia se sentirá como en casa allí!
El restaurante s'estacio es una recomendación privilegiada. Aquí hay comida local y cocina española alejada de los flujos turísticos habituales. El restaurante tiene una enorme selección de especialidades diarias y el diseño interior parece simple y auténtico: casi te sientes como un verdadero mallorquín. Este sentimiento se ve incrementado por la amabilidad del personal. Además de los estos restaurantes, por supuesto, hay muchos otros restaurantes que están esperando para servirle delicias españolas.
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