En el noreste de la isla de Mallorca está la bahía de Cala Mesquida con una playa de arena y dunas preciosas. Cala Mesquida forma parte del municipio de Capdepera y está situada en medio de una reserva natural. La playa es muy popular en los meses de verano y, con una longitud de 300 metros y una anchura de 130 metros, ofrece una lujosa zona para tomar el sol a la que se puede acceder fácilmente en coche. Existe una infraestructura turística con gastronomía, alquiler de tumbonas y salvavidas. En el lado oeste, el asentamiento hotelero de Cala Mesquida ofrece alojamiento frente a la playa.
Las dunas que rodean Cala Mesquida se extienden hasta Cala Agulla, proporcionando un hábitat para la mayor población de cormoranes y gaviotas de las Islas Baleares. En 1991 el área alrededor de Cala Mesquida y Cala Agulla fue declarada Reserva Natural.
La zona que rodea la actual zona de Capdepera probablemente ya estaba poblada durante la cultura talaiotica, nombre que en las Baleares se le da al período que corresponde a la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. Los romanos conocían un Caput Petrae, un pico rocoso que le dio el nombre al lugar. Hasta la conquista de Jaime I de Aragón, la zona estaba en gran parte deshabitada, sólo la torre Miguel Nunis servía de mirador desde el que se podía observar el tráfico marítimo.
Fue Jaume II, hijo del rey Jaume I conquistador de las Baleares a los musulmanes, quien fundó la ciudad de Capdepera en 1300 para asegurar el control de la zona por la importancia estratégica que tenía. En 1386 se terminó la construcción del muro defensivo para proteger a la población de los ataques de los piratas. Finalmente, en el siglo XVII, los habitantes se asentaron también bajo la zona de protección amurallada, donde a lo largo de los años se originó el actual lugar de Capdepera.
El encantador casco antiguo de Capdepera merece una visita. Típico de la pequeña ciudad en el noreste de la isla son los numerosos callejones estrechos que la atraviesan y las casas de piedra decoradas con flores. En primavera, a mediados de mayo, todo Capdepera celebra una fiesta medieval, para la que se decora toda la ciudad y su castillo. Los puestos del mercado presentan artesanía local y ofrecen especialidades regionales. Debido a las estrechas calles de Capdepera se recomienda aparcar fuera de la ciudad y explorarla a pie.
El punto culminante histórico-cultural de la región es la antigua muralla de Capdepera, visible desde lejos. Castell de Capdepera. Los muros de la fortaleza con su planta triangular y la impresionante torre de defensa son completamente accesibles. En el punto más alto del complejo se encuentra la capilla de Nuestra Señora de la Esperanza, donde se puede admirar una estatua gótica de la Virgen María y una estatua de Cristo del siglo XIV en madera de naranjo. La leyenda dice que durante un ataque pirata, los habitantes del antiguo refugio colocaron la estatua de la Virgen encima de los muros. Se dice que una densa niebla creciente alejó a los atacantes. En sus principios el tejado de la iglesia sirvió para fines defensivos, hoy se puede visitar y ofrece grandes vistas al mar.
Al este del pueblo de Canyamel, a unos 50 metros sobre la costa, se puede encontrar el sistema de cuevas de estalactitas Coves d'Artá. Su nombre se refiere al período anterior a 1858, cuando Capdepera no era todavía un municipio en sí mismo y formaba parte de la región de Artá junto con Son Servera. En el lado sur de la ènínsula Cap Vermell, está la entrada a las Coves d'Artá, donde se puede disfrutar de una vista clara sobre la bahía de Canyamel. La escalera fue construida con motivo de la visita de la reina Isabel II en 1860. En épocas anteriores, las Coves d'Artá sirvieron como lugar de residencia y también fueron utilizadas por los piratas como refugio. Los últimos refugiados fueron los soldados moros qué se escondieron del ejército de Jaume I en 1229, y la roca negruzca de la entrada de las cuevas es testigo de los intentos de llenar de humo el interior. Dentro del sistema de las cuevas también hay algunas inscripciones de los siglos XVI y XVII.
El paisaje de dunas entre Cala Mesquida, Cala Agulla y Cala Moltó, declarado reserva natural en 1991, invita a caminar y a ir en bicicleta. Los olivos silvestres y las bajas palmeras adornan el paisaje, que alberga la mayor población de cormoranes y gaviotas de las Islas Baleares, así como ruiseñores, chochines y petirrojos.
La Torre de Canyamel data del siglo XIII, una antigua torre de escape y defensa en la costa este de Mallorca. Traducido su nombre significa "torre de caña de azúcar", lo que da una idea del paisaje que lo rodea, el Valle de Canyamel, "valle de la caña de azúcar". Hasta mediados del siglo XV, la torre recibió el nombre de la familia Montsó, que la hizo construir. La torre de defensa de 23 metros de altura está hecha de piedra, mortero y arcilla y es de estilo gótico. Como muchas otras fortalezas en la costa de Mallorca, la Torre de Canyamel fue utilizada para defender la isla de los ataques de los piratas en el mar. Hoy la torre alberga un pequeño museo.
La ruta desde Cala Agulla sobre la Talaia de Son Jaumell hasta Cala Mesquida es muy popular entre los excursionistas. Aquí los caminos son variados y agradablemente sombreados. En la zona mas alta el camino es un poco empinado y pedregoso, se necesitan buenas botas de senderismo. También el descenso de la Talaia de Son Jaumell a Cala Mesquida requiere ir con seguridad. Sin embargo la subida vale la pena , los excursionistas son recompensados con el magnífico panorama desde el Puig des Telégraf. Con buen tiempo, la vista se extiende hasta la costa de Menorca. Aquí también se encuentran las ruinas de la Talaia de Son Jaumell, una de las antiguas fortificaciones contra los piratas que se encontraban a lo largo de la costa de Mallorca.
Alrededor de Cala Mesquida hay numerosos campos de golf. No es de extrañar, después de todo, que la región, con sus impresionantes paisajes naturales y su proximidad a la costa, ofrezca condiciones ideales para los deportistas. Golf de Capdepera impresiona por la fantástica antigua finca, que es probablemente única en un campo de golf. También sirve como restaurante y donde se mima a los clientes con buena cocina. El campo del Golf de Canyamel es moderno. La terraza del moderno club ofrece una vista sin obstáculos al hoyo 18, el campo está considerado como uno de los mejores y más bien cuidados de la isla. La Escuela de Golf Michel Monnard en Capdepera también introduce a los principiantes en el deporte del golf. Utilizando la última tecnología como cámaras de alta velocidad y equipos de análisis de ultrasonido, los entrenadores sacan lo mejor de los jugadores de golf.
Un punto culminante de la zona es el Restaurante Oleo's en Capdepera. El restaurante familiar es conocido desde hace años por su excelente paella y otros platos típicos mallorquines. Aquí se cocina exclusivamente con ingredientes frescos.
Si te gusta lo romántico y lo rústico, ven al restaurante Mi bemol en Capdepera. Escondido en una tranquila calle lateral, el restaurante ofrece no sólo una deliciosa comida sino también una vista al castillo y su bonita iluminacion.
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